Nuestro legado, el tiempo y la muerte
Por: Marco Antonio Romero.
El día de ayer cumpliría 84 años de vida mi señor padre terrenal, Marco Antonio Romero Carpena, quien dejó de respirar un 5 de febrero del 2017 al quince para las ocho de la noche, hora que lo declararon muerto.
Mi padre terrenal fue un gran hombre, se conducía con total rectitud, amante del béisbol y derrochaba un gran y profundo amor hacia su familia.
En aquel tiempo cuando falleció, yo colaboraba en el periódico Expreso en Hermosillo Sonora, y tenía unos meses que había echado andar mi portal de noticias TINTA LIBRE (www.tintalibre.com.mx).
Desde aquel día, sin darme cuenta empezó mi proceso de holometabolismo, mejor conocido como metamorfosis, donde las mariposas son quizás las más famosas por este proceso mediante el cual una pequeña oruga se trasforma en una obra de arte alada.
Sin darme cuenta el tiempo siguió, porque al tiempo hasta ahorita nadie lo detiene, y de pronto me vi caminando por las calles de un nuevo país.
Y es que se dispararon mis emociones y no supe cómo manejar la muerte de mi padre, quien en vida siempre fue mi consigliere, y para ser honesto yo tenía bastante edad y no había cortado por completo el cordón umbilical y seguía siendo un codependiente de él y sus decisiones.
Por ese motivo recreé una fantasía en mi mente para reprimir el dolor y la responsabilidad de ser el nuevo patriarca familiar, y sin decir muchas palabras abandoné todo lo que me ataba a su recuerdo y busqué una fuga geográfica y me dirigí rumbo a Salem, Oregon en Estados Unidos.
Curiosamente al sentir que tenía el 100% de libertad pero con mis pensamientos mal encausados y mi nueva fantasía recreada por miedo al dolor, mi vida dio un giro de 180 grados, donde dejé de hacer cosas que me gustaban como escribir, bailar o practicar algún deporte y decidí recorrer un obscuro callejón sin salida llamado adicción.
En los 3 años que anduve por aquellos lados, pude haber hecho que fuera el mejor viaje de mi vida, y haber aprovechado todas las oportunidades que me brindó mucha gente y aprender otros oficios y la gran cultura de ese hermoso país.
Pero como el hubiera no existe y cada acción conlleva una reacción, y en ese tiempo mis acciones no eran buenas, desencadené una ola de sucesos que me lastimaron a mí al igual que lastimaron a las personas que me aman y coseche lo que yo mismo sembré en esos 3 años que al final de cuentas terminó siendo más doloroso que la misma pérdida de mi padre a la que quise reprimir.
Hoy en día, ya no pienso que mi estancia y tiempo por aquellos lados hayan sido un fracaso, más bien fue una extraordinaria enseñanza de la vida que me dejó muchísima experiencia, pero sobre todo, di un gran paso o el paso final para llevar a cabo mi metamorfosis, porque después de sacar lo peor de mí, llegó el día que tuve que abandonar mi fantasía y volver a la realidad creando una nueva conciencia y carácter, transformándome por completo en una gran versión nueva de mí mismo, que a diario sigo puliendo, y de lo feo nació algo bello lleno de amor y ganas de volar, al igual que la oruga se trasforma en mariposa.
¿Y a qué viene todo este cuento?
Bueno, es que mi padre dejó en esta vida un gran legado, ya que fue considerado un gran ser humano capaz de tener el amor de servir a los demás antes de servirse a él, es considerado un pionero de la cirugía dental en Hermosillo, fue considerado un gran padre, un gran esposo y un gran amigo.
Al igual que él, yo quiero dejar un gran legado con mi trasformación de vida y mis nuevas acciones que van en caminadas para llevar luz a personas que están pasando por momentos difíciles atrapadas en las garras de las adicciones, quiero dejar mi legado con hechos y escritos de experiencia propia que si se puede lograr vencer a las adicciones y volverse personas productivas e importantes dentro de la sociedad, y también quiero dejar mi legado como un gran escritor de aventuras y reflexiones.
Y por supuesto que quiero también dejar de legado, que si se puede subir las estadísticas que nos informan que de 10 personas que fueron adictas solo 3 logran mantenerse limpias el resto de sus vidas.
Hablando de estadísticas, del tiempo y legados, me pasaron 2 datos curiosos mientras redactaba estas líneas.
La primera fue: que mientras escribía llegó mi señora madre con unas bolsas de mandado y dejé mi pluma y cuaderno para ayudarle con ellas, que al final de cuentas, solo me dejó cargar un paquete de tortillas de maíz que se le cayeron al saludarme con un tierno beso.
Al final me quedé platicando con ella alrededor de una hora mientras cocinaba una barbacoa de res para las personas de un albergue donde colabora junto con su hermana María de los Ángeles, mejor conocida como la tía ANJA y su sobrina Dulce Vargas, quien es la organizadora de todos los eventos familiares.
En medio de la plática pude observar un libro en la mesa del escritor brasileño Paulo Coelho (Ser como el río que fluye) el cual ojeé un par de ocasiones mientras mi madre detenía su charla para buscar algún condimento para la comida o algún utensilio para mejorar el rendimiento en la cocina.
Al abrir el libro al azar, me percaté que empezaba un nuevo capítulo en esa página marcada con el número 161 y tenia de título Vivir su propia leyenda.
Ese capítulo contenía 2 páginas y media de texto, y alrededor de 5 minutos, ya había acabado de leerlas.
Lo curioso que les comentaba es que hablaba de estadísticas, muerte y tiempo, casi tal y cual de lo que estaba escribiendo, y un dato que me llamó la atención es que el autor decía que su audiencia leía aproximadamente en 3 minutos cada página escrita, y según unos datos estadísticos en ese espacio de tiempo morirían trescientas personas y nacerán otras seiscientas veinte.
Me quedé pensando cuánta gente muere cada minuto y se me vino a la mente como serían sus últimos días.
Mi padre falleció de fibrosis pulmonar ocasionada por el polvo que soltaban las prótesis dentales que construía para sus pacientes que habían perdido algunos molares por su avanzada edad, por un pleito o simplemente por no prestarle atención al cuidado bucal.
Al momento de detectarle su enfermedad, trascurrieron tan solo 6 días para que exhalara su último suspiro, él estaba preparado, sabía que era el fin, pero también sabía que había sido un buen hombre y que había aprovechado su paso en esta vida, desconozco si dejo algún sueño sin cumplir y si fue así, jamás lo contó y se lo llevó a la tumba.
Él quería morir en su casa rodeado de toda su gente, sin embargo murió en urgencias del IMSS de Hermosillo, donde lo único que no se pudo concretar fue que estuvieran sus nietos menores ya que las políticas no permiten acceder a personas con la mínima edad.
Recuerdo que estaba mi madre sosteniéndole su cabeza y dándole ánimos, también le agradecía por ser un gran esposo y un gran hombre de bien tanto para ella como para su familia y el resto de su entorno.
Mi hermana llorando le decía gracias por todo lo que nos diste, y le repetía una y otra vez cuanto lo amaba, mi ex pareja sentimental le agradecía por lo bueno que fue con nuestras 2 hijas y mi sobrino mayor y al único nieto que dejaron entrar, le decía en voz baja te amo tata.
Dos de sus mejores amigos con quien estudio en la facultad de odontología de la UNAM y con quienes compartía la misma pasión por el béisbol y softbol, le decía “Tienes caja llena Tony, estamos en la novena entrada perdiendo por una carrera, échale ojo a la bola, tienes 3 bolas con 2 strike y hay 2 outs, tú puedes Tony, saca el batazo contra la barda mi Tony, estamos contigo”.
Esto en términos beisbolero, significa que si sacas ese batazo de hit eres el héroe del juego, pienso yo que por su larga amistad de más de 50 años habían creado esta narrativa para darse ánimos en tiempos difíciles.
Todo esto lo recuerdo bien, porque yo fui el único que no dijo nada, solo tome su mano derecha y me quede sereno sin soltar alguna lagrima, que años después se convirtieron en ríos, me quedé pasmado viendo esa película que llegaba a su final, donde yo intenté detener el tiempo fugándome de la realidad.
Al leer esas páginas del libro, pude constatar que mi padre tuvo una buena muerte y me puse a pensar en el sentimiento de las otras personas que mueren a cada minuto, tendrían la misma despedida que mi padre tuvo, morirían solos en la sala de un hospital o en alguna calle de una extraña ciudad, morirían con dolor o con sentimientos de culpa por no haber conseguido sus sueños o por haber dejado de hacer cosas simplemente por el hecho de haber tenido miedo o peor aún, se les pasó el tiempo de su vida y ni cuenta se dieron que la vida es para vivirla.
En eso estaba dándole rienda suelta a mis pensamientos cuando de repente me llegó un mensaje a mi celular, era un mensaje de mi exjefe en los Estados Unidos que me devolvió a la realidad.
Aquí entra el segundo caso curioso que les comentaba, y es que hace como 5 días estaba buscando algunos significados de los tatuajes de pirámides, ya que estoy diseñando la mía y quise tener mayor referencia.
A mi exjefe lo mencionaré como RED, ya que no le gusta mucho se haga mención de él, y aunque por dentro tiene buen corazón y con todo gusto mencionaría algunas buenas cualidades de él, tengo que respetar su decisión y confianza.
Pues resulta que RED tiene un tatuaje en su brazo con una pirámide y un reloj, es algo que me acuerdo porque resaltaba mucho, al igual que recuerdo que tuvimos algunas diferencias y roces principalmente por habladurías de la gente y la otra parte por mi irresponsabilidad, lo sigo considerando un hombre íntegro que me echó la mano en algunas ocasiones y aunque él dice que no existen los amigos, yo le tengo gran aprecio pese a todo lo vivido en su país, es por ese aprecio que me tomé la confianza de hacerle esa pregunta personal de que significaba su tatuaje.
Como les comentaba, curiosamente su mensaje con su respuesta me llegó 5 días después justo cuando estaba escribiendo algo similar al significado de la tinta en su piel y justo después de leer las líneas de Paulo Coelho.
Les contaré superficialmente para no invadir su privacidad y confianza de lo que me dijo del significado, “La pirámide y el reloj es lo que he ido construyendo con mi vida y acciones a través del tiempo y al final ese será mi legado” hasta ahí lo dejaré pero en verdad tiene un significado más intenso y de gran valor racional y de conciencia.
Y al terminar de reflexionar sobre lo que escribía de la muerte, el tiempo y los extraños sucesos o coincidencias o señales que me sucedieron con el libro y el mensaje en mi celular, llegué a la conclusión que a la muerte no hay que tenerle miedo ni hacerla nuestra enemiga culpándola por nuestra desdicha.
Al contrario, hay que hacerla nuestra amiga y compañera de vida para tener siempre presente que en cualquier momento el tiempo se acaba.
Y como dice Coelho “Las personas piensan muy poco en la muerte, y pasan la vida preocupadas por verdaderos absurdos”.
Y es verdad, cuántas veces aplazamos cosas, dejando de lado momentos importantes, muchas veces no arriesgamos porqué pensamos que es peligroso. Nos quejamos mucho, y nos acobardamos a la hora de tomar decisiones.
Mucha gente así como era yo antes de mi trasformación, queríamos que todo cambiara, pero nosotros mismos nos negábamos a cambiar.
Si hacemos a la muerte nuestra amiga y pensamos más en ella, sin caer en lo irracional, no dejaríamos de hacer la llamada de teléfono que deberíamos hacer.
Seríamos más arriesgados y como mi padre terrenal, moriríamos sin miedo del fin de esta encarnación, porque no se puede temer algo que es lo único seguro que tenemos desde el día de nuestro nacimiento, y va a suceder tarde o temprano de todos modos.
Los Indios dicen – Hoy es un día tan bueno como cualquier otro para dejar este mundo-
Por eso lo vuelvo a señalar, si lo reflexionamos y estamos conscientes que la muerte esta de nuestro lado, nos dará fuerzas, valor y motivación para hacer cosas importantes, aprovechar al máximo nuestro potencial para lograr alcanzar nuestros sueños y dejar escrito en el tiempo nuestro legado.
Para finalizar este capítulo en mi vida que quedó plasmado en papel y dentro de unos minutos en la internet, quiero mandarle un saludo especial a un conocido que hace sesenta días aproximadamente, me regaló un reloj que porto con mucho orgullo, ya que este conocido fue de los pocos que me aceptó en mis peores momentos y es de los pocos que me demostró que le dio gusto mi trasformación.
Creo que es tiempo de llamarlo amigo.