CUÁNTO MÁS REAL SEAS, MÁS PEQUEÑO SERÁ TU CÍRCULO
Por: Marco Antonio Romero Juvera
Para nadie es un secreto que por muchos años ignoré que padecía de una enfermedad mortal y progresiva llamada alcoholismo, digo ignoré porque pensaba que mi forma de beber no lastimaba a nadie incluyéndome a mí, aunque mis actos dijeran lo contrario.
Al ser un aspirante de reportero, comunicólogo y escritor, mi enfermedad se hizo del dominio público por la relación que tenía con varios periodistas consagrados, figuras políticas y deportivas principalmente del Estado de Sonora.
Muchos falsos amigos al enterarse de mi situación me dieron la espalda porque ya no tenía más que ofrecer en ese momento, muchos políticos con los que trabajé de cerca por varios años, me cerraron la puerta en mi cara por mi mal comportamiento a causa de mis adicciones y otros más por el simple hecho de que dirá la sociedad de tener en su equipo a un miembro de Alcohólicos Anónimos (A.A.).
Hoy en día que me encuentro sobrio, lúcido, consciente, perspicaz y con sano juicio (según yo, mi Sensei y mi psicóloga) estoy terminando de hacer el corte de caja de supuestos amigos y familiares que simplemente no les interesa que yo tenga que ver algo en sus vidas, y están en todo su derecho, al igual que yo estoy en mi derecho de sacar a las personas que considero que no aportaron, que no aportan y que no aportaran nada positivo o productivo a mi vida.
Cuando fui ingresado a la Clínica Insight de la cual estoy muy agradecido y hoy en día soy un miembro activo y orgulloso de pertenecer a esa pequeña comunidad, mi Sensei Mario Martínez me dijo que hiciera un examen de reflexión interna e hiciera varias listas de lo que encontrará dentro de mí (corazón, alma, espíritu, conciencia), una de esas listas fue de la gente que lastime e hice daño, paso siguiente fue disculparme y buscar su perdón, aceptando las consecuencias de mis actos.
En muchos de los casos me disculparon y dijeron vamos a darle vuelta a la hoja, otros se disculparon y me dijeron de lejitos te ves más bonito, y al final unos cuantos me desearon mi recuperación pero no fui digno de obtener su perdón.
Al término de todo el proceso que realice para mi trasformación de personalidad, comprendí que debía aceptar las cosas que no podía cambiar y me armé de valor para cambiar las que sí podía, como deslindarme de una lista enorme de supuestos y falsos amigos y de otra lista de gente conocida, gente hipócrita, corrupta y mentirosa que dice quítate tú para ponerme yo.
En Insight te enseñan a trasformar tu forma de pensar y ver la vida, las adicciones al tener solución pasa a un segundo término, ya que lo difícil es reprogramar el cerebro eliminando malos hábitos que tenemos muy arraigados, modificando nuestra conducta y controlando nuestras emociones a un nivel intermedio, sin sentirnos muy grandes o muy pequeños, somos y valemos igual que cualquier persona.
Y gracias a eso, hoy en día soy libre de cuerpo, mente y alma, aunque mi círculo cercano se haya modificado gradualmente en un 90%, y es porque cuánto más real seas, más pequeño será tu círculo, y cuánto más falso seas, más grande será tu círculo, esta es una realidad que pocos entienden.
Hoy agradezco a mi poder superior por las cosas que me da, como brindarme licencia este día de ver otro amanecer y acepto que tengo una enfermedad incurable y progresiva donde tengo que vivir una lucha diaria contra mi alcoholismo, bipolaridad, depresión y muy probable esquizofrenia.
Gracias a esto, me pude alejar de la gente plástica, gente material de una sociedad plagada de imperfecciones que juegan hacer perfectos en su mundo de mentiras, gracias a esto me pude alejar de falsos amigos que están pendientes de mi vida para regocijarse en su egocentrismo si es que llego a volver a tropezar y poder llenar sus almas podridas con burlas por verme en el suelo una vez más.
También, gracias a esto, me pude alejar de gente que usa a diario traje y corbata presumiendo sus carteras llenas de dinero pero sus conciencias vacías por engañar y tomar lo que por ley pertenece a la sociedad.
En fin, hoy tengo una pequeña familia de integrantes sanguíneos y otros más por elección clasificada, y es que ya no busco cantidad si no calidad.
Y como siempre lo digo, no podré cambiar el pasado, pero puedo cambiar yo para tener un mejor presente y si mi poder superior me sigue dando tiempo extra de vida, cosechar un pleno futuro.
En mí actualidad no tendré moneda alguna en mi bolsillo, pero tengo un gran lápiz para escribir las miles de hojas en blanco que me acompañan, además, mi pequeño grupo familiar me ha regalado lo más importante que se le puede regalar a un hombre, y eso se llama confianza.
La confianza es aquella seguridad que se tiene en otra persona, ya sea un amigo o un familiar, siendo la fe que posee de que nunca va a defraudar.
Me despido saludando a mis 2 fieles lectoras; mi señora madre y mi señora esposa y como dijo el Nazareno Amarnos los unos a los otro.
Marco Antonio Romero
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