Por: Tony Romero

 

Esta es la historia

De Francisco Barrón

Un electricista

Futbolista y constructor.

 

Quien trabaja todo el día

Bajo el sol abrasador

No importa lo que duela

O si se muere de calor.

 

Se crió en la vieja escuela

De los hombres con valor

Si se le cae el mundo

Sólo se limpia el sudor

 

Él siempre da su mano

Al que le pide un favor

Y cumple su palabra

Porque cuenta con honor.

 

La vida se fué recio

Y lo golpeó sin compasión

Lo despojó de todo

Pero él nunca se rindió.

 

Las noches fueron largas

Parecían de terror

Su nuevo hogar era un caja

Que lo usaba de colchón.

 

Jamás perdió la sonrisa

Y el universo lo premió

Con una bella dama

Que lo ama con pasión.

 

También le dió retoños

Agrandando más su amor

Y las Águilas del América

Se volvieron bicampeón.

 

Leticia y Jesús

Son los mayores de sus hijos

Después vienen los cuates

Con la Ana y con el Efra bendecido.

 

La Marely y el Panchito

Son los más chicos del nido

El pilón fue el Okamura

Quien llegó y no se ha ido.

 

Los años ya le pesan

Pero él siempre se levanta

De lunes a domingo

A las 6 de la mañana.

 

No importa el cansancio

Siempre lleva el pan a casa

Porque él es el sustento

Y nunca espera a ver qué pasa.

 

También de vez en cuando

Y si amerita la ocasión

Se toma unas heladas

Viendo un juego de fútbol.

 

Bromeando con su gente

La que nunca se marchó

Fumando sus Marlboros

Y escuchando Rock and Roll.

 

Siempre su frente en alto

No se deja intimidar

Al hombre lo tumbaron

Pero se volvió a parar.

 

Ahora brilla tanto

Que se ve en la oscuridad

Parece que utiliza

Esos paneles solar.

 

Le mando un abrazo

Y también está canción

A este buen amigo

Llamado Pancho Barrón.