Por: Tony Romero
Con Arpas y trompetas
Reciben al pariente
El cielo está de fiesta
Llegó un hombre decente.
Gerardo se llamaba
Laboignet fue su apellido
El libro de su historia
Con llanto ha concluido.
Ganaste mil batallas
Cuando estuviste vivo
El cáncer te venció
Porque es un asesino.
Te nos adelantaste
Así quiso el destino
Cruzaste mil veredas
Trazando un buen camino.
El Yayo te apodaban
Desde que estabas niño
La Dollys firifin
Pues te tenía cariño.
Jugando con los razos
Fuiste un torbellino
Tomabas siempre whisky
Y a veces un buen vino.
Muy buenas aventuras
Que juntos compartimos
Primero en el barrio
Después con trajes finos.
La gente te agradece
Por ser un buen amigo
Contaban con tu mano
Tu apoyo y con tu abrigo.
Tu esposa y tus hijos
Jamás te olvidarán
Dejaste un buen legado
Que pronto heredarán.
Fijaste los cimientos
Con muy buen material
Ni el viento ni la lluvia
Los van a derribar.
A puesto que tu padre
Se siente orgulloso
Pues fuiste un buen hijo
Dichoso y muy valioso.
Cumpliste tus promesas
Y siempre bondadoso
Tal vez fuiste ambicioso
Pero nunca mentiroso.
Tenías muchas virtudes
También mucho talento
Subías como espuma
Con fuerza ibas creciendo.
Así luchaste siempre
Hasta el último aliento
Gerardo fué guerrero
Que diga el testamento.
Con esta ya me voy
Con esto me despido
Recuerda que en la tierra
Fuiste muy bendecido.
Quisiera estar soñando
Quisiera estar dormido
Adiós querido Yayo
Adiós querido amigo.