Once – once

Por: Tony Romero
Me encuentro a ras del suelo
Viviendo en el quinto piso
Donde no hay escaleras
Solo sombras de un indicio.
Aquí hace mucho frío
Aunque afuera es primavera
Se me terminó la leña
Para mantener mi hoguera.
Sólo salgo por las noches
Y en mi espalda el sol me quema.
Y aunque agache la mirada
Veo como es que me observan.
La rutina se ha marchado
Se aburrió de su canario
De que siempre haga lo mismo
Cada día del calendario.
Le sonrio a las flores
Y platico con extraños
Mientras se derrite un foco
Que alumbraba todo el baño.
El reloj marca una hora
Cuando paso por su lado
Siempre marca once – once
Pero nunca le hago caso.
Me levanto cada día
Con el pensamiento en blanco
Y al mirarme en el espejo
Pienso que sigo soñando.
Ya se está llendo febrero
Y ya está llegando marzo
Y mantengo aún cerrado
Mi regalo de cumpleaños.
Oigo ladrar a los perros
Se escuchan muy enojados
Tal vez porque no durmieron
Por el llanto de los gatos.
Alguien toca a mi puerta
Y es el vecino de abajo
Quien me dice ven un rato
Te invito a tomar unos tragos.
No se pudo abrir la puerta
Tenía puestos los candados
Muchas veces lo he intentado
Pero están bien oxidados.
Mejor escribo mi historia
Mientras me fumo un cigarro
Tal vez vea en mi memoria
Quien me hizo tanto daño.