Hola Papá
Sabes, hoy acabo de leer mi segundo libro del año y me acordé mucho de tí ya que me identifique con él, se llama «Haces Falta».
Sigo estudiando y preparándome y no he conseguido encontrar una fórmula mágica para alcanzar el éxito, pero si he descubierto muchas herramientas para lograrlo, herramientas que estoy implementando en mí presente.
Ahora que estoy prácticamente empezando de cero comprendo que nada es gratis, hay que sacrificarse y esforzarse al máximo para alcanzar nuestros sueños, no importa lo grande que sean, todo se puede lograr con desicion y determinación.
Pero también he aprendido que si eliges realizar un proyecto o hacer algo nuevo, se tendrá que renunciar a otras cosas para dedicarle el tiempo y el esfuerzo necesario a lo nuevo que se pretende obtener.
Sabes, los últimos meses que pase destruyendo mi vida en otro país poniendo escusas para alejarme de mi familia y de las personas que me quieren, al parecer buscando encontrar una fuga geográfica dónde pretendía seguir escondiendo mi pasado, mis fracasos, mis desepciones mis complejos, mis frustraciones y mi inmadurez hasta el punto de tocar fondo, más el tiempo que pase en la clínica de rehabilitación se me fueron en cámara lenta.
Ya que estos últimos meses en mi proceso de transformación dónde tuve la experiencia de vivir un Big Bang en mí universo interior matando al viejo yo y dándole vida a la persona en que me estoy convirtiendo actualmente, fue cómo si estuviera en una película.
Sentí cómo si todo lo vivido fuera una historia que escuche o una pesadilla de la cual voy despertando, tenía muchas cosas en mi cabeza, más las nuevas terapias, más las juntas, más la lectura, sentía que me llenaba de información pero no podía ordenarla y aterrizarla para darle uso en mí vida diaria, con mi familia y compartirla en mi entorno o con otras personas.
Recuerdo cuando estábamos en la Clínica Insight, mis hermanos y yo jugábamos al mundito con un balón de basketbol ponchado, todos veníamos derrotados ante alguna adicción ya sea al alcohol o a las drogas y no teníamos muchas cosas materiales, pero ese balón ponchado en verdad lo apreciábamos y en esos días difíciles y obscuros nos hacía muy feliz jugar con él.
Comprendí que en mí vida voy a tener varios balones ponchados; mi vida pasada de alcoholismo, mi roptura con las mamás de mis hijas, mi madre sobreprotectora y hasta tu muerte.
Pero ahora se que tengo varias opciones, puedo seguirme quejando de todo cómo lo hice en el pasado, o ser feliz y disfrutar de lo bueno que hay en ello.
Aún en tú muerte hay algo positivo, tuvimos la suerte de coincidir y pasar momentos hermosos y valiosos, aunque te fuiste y aunque quisiera poder decirte esto en persona, viniste al mundo a sacudir mi conciencia y la de muchas personas que tuvieron la fortuna de conocerte.
Se que tú tiempo en la tierra se acabó, pues todo tiene un principio y un final y tú misión había concluido. Pero gracias a tí aprendí que todos nacemos con un propósito, que no fue coincidencia o un accidente, y que sólo seremos felices si retomamos el propósito por el cual Dios nos mandó a este mundo.
Me gustó mucho una reflexión del libro que dice » Mucha gente piensa que es casualidad que siempre se encuentre una enseñanza que ayuda cuando se tiene un problema» .
Yo pienso igual que el autor, y cómo dice el refrán: -El mensaje llega, cuándo el discípulo está listo para aprender- .
Por mi parte seguiré buscando sabiduría y paz interior; la buscaré en mi cuartel Insight, en grupos de apoyo, en la iglesia, en los libros y si no logro encontrar nada más, pues yo crearé las cosas nuevas, pero nada ni nadie me detendrá en mis objetivos y metas.
También hago el compromiso de ayudar a otras personas y dar el extra de lo que este a mi alcance, porque todos somos valiosos he importantes y en esta recta final el mundo nos necesita más de lo que creemos.
!Dónde quieras que estés, Te Amo!
Tú hijo
Marco Antonio Romero.