Por: Tony Romero

 

Una flor marchitada

En el suelo me encontré

Sin aroma y esperanza

En mis manos la tomé.

 

Con sus pétalos heridos

Cómo pude los limpié

Mientras su tallo lloraba

Yo fuerte la consolé.

 

Es el ciclo de la vida

El viento le susurró

Tú ya fuiste tan divina

Pero el tiempo se acabó.

 

Ya no luches florecita

Ya no luches por favor

Aprovecha estos minutos

Y haz las paces con Dios.

 

Siempre fuí la más hermosa

La que siempre más brilló

Desde el cielo me cuidaban

Con la lluvia y con el sol.

 

Hoy me siento tan culpable

Por no aprovechar mis días

Me creía intocable

Y ahora estoy en agonía.

 

Me burlaba de la hierba

Porque nunca florecía

Las personas la pisaban

Y yo sólo me reía.

 

Mí hora se a llegado

Y ya nada puedo hacer

Nadie escapa de la muerte

Ni se pueden esconder.

 

Esas noches de verano

Han quedado en el pasado

Cuando me sentía Reyna

Con el ego bien inflado.

 

Nunca abrace a una espina

Por el miedo al que dirán

Siempre juzgando a las plantas

Por mi instinto artificial.

 

Quisiera tener más tiempo

Para hablarles de mi error

Ahora que estoy muriendo

Les quiero pedir perdón.

 

Con mis últimos suspiros

Les quisiera aconsejar

Que disfruten de la vida

Y que amén de verdad.

 

Que se olviden del pasado

Y que vivan su presente

El mañana no a llegado

Y puede que ya no llegue.

 

Con mis últimas palabras

Les quisiera yo decir

Que olvidemos los prejuicios

Y aprendamos a vivir.

 

Que rompamos las cadenas

De este mundo material

Y que estemos bien concientes

Del poder espiritual.